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Linares de Mora

A la caza del rico robellón

Como todos sabéis, estamos en plena campaña del robellón. Nuestros montes se llenan estos días de buscadores de todas las edades y procedencias pero con el objetivo común de llenar sus cestas de este manjar que la naturaleza nos brinda. Pero en nuestros montes no solo encontraremos robellones, en el Hostal Antiguo Hospital pudimos ver este fin de semana una pequeña muestra de las distintas especies de setas que podemos encontrar en la zona, cómo diferenciarlas, cuáles son comestibles y cuáles no, cómo cocinarlas e incluso degustarlas. Mi felicitación a los organizadores y a los responsables del Hostal por esta iniciativa que en su segundo año se ha consolidado como una referencia para los vecinos y aficionados a la micología en general.

Sin duda, una excelente campaña de robellón aporta beneficios a la zona, especialmente a aquellos negocios ligados al turismo, pero también son muchos los que se quejan de los daños que esta masiva afluencia de buscadores ocasionan en nuestros montes (basura tirada por ahí, cercas y alambradas abiertas o destrozadas, uso de rastrillos o similares, etcétera), hasta tal punto que tras la temporada necesitarían una limpieza en profundidad, pero ¿quién la paga? En algunos pueblos de alrededor como Mosqueruela o Nogueruelas ya hace años que se ha impuesto una tasa símbolica para la búsqueda de setas, tasa que luego dicen se destina a la limpieza y control de los montes. Resulta llamativo que algunos medios de comunicación se hagan eco de este hecho a estas alturas (El Periódico) y más lo son algunos de los comentarios que llegan a comparar la búsqueda de setas en el monte con bañarse en una playa del Mediterráneo. Como si todo el monte fuera público y como si la búsqueda de setas dejará el mismo volumen de beneficios en los alrededores que la playa.

Linares todavía no se ha sumado al cobro de la "tasa del robellón" y dudo mucho que se sume, puesto que las características de sus montes son diferentes (muy poco monte público, muchos propietarios), pero igualmente tendrá que afrontar la limpieza del monte (o su contaminación en caso contrario) y las molestias que a agricultores y ganaderos ocasionen los buscadores incautos y poco respetuosos con el entorno que les "regala" los robellones. Quizás llegue un momento que haya que replantearse la situación, ¿vosotros qué opináis?

 

Actualización: Un debate interesante sobre el tema en http://meneame.net/story/pueblo-teruel-cobra-3-61-euros-dia-coger-setas

 

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